Sobre una relación de amor

Cuando llegas, nunca puedes abrirte del todo. Ni siquiera tú sabes lo que llevas…lo que tu corazón contiene.

Y sueles callarte cosas, aún no me conoces. No puedes todavía desnudarte ante mí, no puedes confiarme todos tus secretos.

Te avergüenzas… y callas.

Poco a poco… vas descorriendo el velo y dejas que tu corazón vaya convirtiendo en palabras los hechos… lo vivido.

Yo, trato de dejarte claro que no estoy aquí, frente a ti, para juzgarte. Estoy, sólo para acompañarte, sólo para ser de tu viaje…para estar en tu confianza y para que tú puedas estar en la mía.

Yo, sólo puedo ser el espejo donde puedas mirarte…donde puedas verte…donde puedas reconocerte. 

Y… cuando seas capaz de contarte y contarme lo que llevas… lo que guardas… lo que callas u ocultas, entonces comenzarás a vivir la libertad… entonces comenzarás a liberarte de todo aquello que te sobra. 

Y cuando ya no necesites ninguno de tus síntomas o duelos…ya, tampoco, me necesitarás a mí.

Yo habré dejado que pasaras por mí “como el espejo tuyo que no te juzga”.

Yo, habré dejado que tu amor siga creciendo. En ese viaje, tú, me habrás mostrado la historia que guardabas detrás de la historia que contabas.

En ese viaje, tú, me habrás llegado al corazón y, yo, habré sido de tu corazón.

Y, eso… para mí, es una relación de amor.

Dr Francisco Javier Martínez Barrios

alias, Ulha Maleva.